Crónicas del Encuentro CARISMA de FEFCOLL en Guadarrama. Julio 2019. Despedida…
Quinto día: Educar a la luz del Evangelio
Hoy ha sido el último día de las jornadas Carisma de FEFCOLL en Guadarrama, un cinco de julio de 2019 lacrimógeno, muy emotivo ya que, como bien han dicho Justina y Belén: “hemos hecho piña”. El grupo está cohesionado, nos queremos y hemos aprendido tanto unos de otros que la despedida ha sido dura; pero no es un “adiós”, es un “hasta luego”.
Los centros debemos seguir alimentándonos de Carisma y compartir experiencias a pie de aula a la luz del Evangelio, solo así conseguiremos avanzar en una misma dirección, solo así ayudaremos a nuestros alumnos a convertirse en personas con Carisma dominicano; que cuando echen un vistazo a su niñez recuerden la figura del Padre Coll y a nosotros como los Centinelas del Mañana, tal y como nos ha enseñado Javier Laín.
La oración de la mañana ha sido un repaso de citas bíblicas sobre un concepto que después repetiría el Padre Coll: una luz enciende otra luz. También hemos recordado esa canción tan hermosa sobre el fulgor de Francisco Coll. Y sobre todo, las Hermanas Justina y Belén nos han reiterado la importancia de que este reencuentro con Dios y su necesaria presencia en el currículum (académico y personal) de todo docente FEFCOLL, no caiga en saco roto, que no pasemos página como unos días de formación y ya está: archivo los apuntes y punto. Esto es una vivencia para dinamizar proyectos, como decía Paco, pero también nuestro día a día fuera y dentro del aula; porque no somos diferentes en casa y en el colegio, no tenemos una doble vida. El docente de un centro FEFCOLL debe llevar el Carisma las 24 horas, debe ser un Padre Coll del siglo XXI: predicar con el ejemplo en casa, en la calle, en las tabernas si fuera necesario, y por supuesto con las familias y con los alumnos. Como decía Javier “educar es sacar de dentro” esa luz que ya tienen y que simplemente necesita que la guíen, que un docente intuitivo potencie sus destrezas para que se haga solidaria y empática.
Ahora es tiempo de reflexión. Hemos sido alumnos a los que se nos ha potenciado la propia Interioridad desde nuestras habilidades evangelizadoras; precisamente ahora tenemos que trasladar ese Carisma donado por nuestros guías a nuestro día a día. Y por ello quiero empezar dando las gracias:
- A Justina, por su paciencia y dedicación. Enseñas aquello que amas, y eso es un regalo que nos has dado en cada momento.
- A Belén, por sus píldoras evangelizadoras. Cuando hablas, alientas.
- A Paco, por su capacidad de convertir en praxis un contenido tan complejo como la educación en valores. Tu energía es nuestro alimento.
- A Javier, por sus reflexiones: cercanas, comprensibles, reflejo de experiencias de vida y fe. Motivas que da gusto.
- A Arturo, por su calidez e ironía, necesaria y sanadora como la doctrina dominicana. Eres como un familiar al que amas y con el que te tronchas.
- A todo el personal del Fray Luis de León, sin vosotros no hubiésemos podido llegar tan lejos en tan pocos días. Nos habéis alimentado, cuidado y sonreído desde la sencillez más extrema: el anonimato en la mayoría de las ocasiones.
- Al equipo del campamento FEFCOLL: monitores, acampados, cocineros, premonitores, conductores de autobús… a todos vosotros: mil gracias por hacer de esta semana un Reino de los Cielos.
Ahora ya sé qué es lo quiero para el próximo curso: CAMBIAR EL MUNDO.
Un abrazo,
Pablo de las Vecillas y Julio Ballester