La jornada del cuarto día ha empezado por la oración Levántate y anda preparada por Javier Laín; sin olvidar que cada día en el comienzo y cierre de las jornadas tenemos a un grupo de asistentes que nos despiertan con canciones y dinámicas. Hemos visto el vídeo de Adrián, compañero de Ribadesella, titulado Pasen y lean. A continuación hemos hablado sobre la Mirada del Educador, quien debe conocer sus grandezas y miserias; teniendo en cuenta que somos dueños de nuestros pensamientos y que solo nos desmotivarán si nos dejamos.

Javier nos ha mostrado diferentes vídeos, nos ha impresionado el de Emilio Duró, quien nos ha enseñado que la felicidad se encuentra ayudando a los demás. Hemos hecho una actividad de globos, donde cada globo era un alumno o familia, y hemos comprendido que en equipo sostenemos mejor a nuestros educandos que de forma individual.

Hemos visto el vídeo de Cómo afecta nuestra mirada a los demás, conociendo que las consecuencias de nuestros actos pueden ser la felicidad de los demás sin nosotros saberlo. Hemos repasado un catálogo de miradas haciendo un Role-Playing por grupos, y los compañeros debían acertar el número de miradas trabajadas en la representación.

Por la tarde hemos analizado la Mirada del Maestro con varios vídeos y apuntes. Esta mirada debe ser penetrante (debemos reconocer a los alumnos como personas, no como números), compasiva (el alumno debe sentirse protegido gracias a nuestra misericordia y empatía) y transformadora (acercar el reino de Dios a pie de aula).

En la Mirada de Dios hemos establecido un diálogo reflexivo en torno a la idea de ponernos en camino ante su llamada. Y por último hemos trabajado en grupo la Mirada del Educador del futuro.

Finalmente hemos escrito una redacción y evaluación del curso. Y el grupo encargado de cerrar la jornada ha sacado el baúl de las ideas que escribimos ayer en torno a esta experiencia. Definitivamente somos unos privilegiados.

PABLO DE LAS VECILLAS Y JULIO BALLESTER