Este 19 de mayo ha sido una jornada muy especial para toda la comunidad educativa de la Fundación Educativa Francisco Coll. En cada uno de nuestros 17 colegios, desde primera hora del día, se respiraba algo diferente: la presencia cercana del Padre Coll, el espíritu alegre del carisma Anunciata… y la emoción de celebrar juntos una fecha tan significativa.

Este año, la fiesta del Padre Coll cobra un sentido aún más profundo al enmarcarse en el Año del Doble Jubileo: el Jubileo de la Esperanza convocado por la Iglesia, y el 150 aniversario de la Pascua de nuestro fundador, San Francisco Coll. Dos motivos que nos invitan a mirar hacia dentro y hacia adelante, a seguir educando con sentido, con fe… y con mucha esperanza.

En todos los centros, la jornada ha estado llena de vida: celebraciones eucarísticas, momentos de oración, juegos, talleres, música, dinámicas, actividades solidarias… Cada propuesta ha sido una forma concreta de hacer presente a Francisco Coll en nuestro día a día, de recordar su legado y de mantener viva su llamada a educar desde el amor, la entrega y la mirada puesta en cada niño y joven.

Los alumnos han participado con entusiasmo y profundidad, mostrando que la espiritualidad y la alegría pueden caminar de la mano. Se han vivido momentos de silencio y recogimiento, pero también de risa compartida, de juegos al aire libre y de comunidad en movimiento. Porque como decía el Padre Coll, educar no es solo formar la mente, sino también el corazón.

Desde la Fundación, agradecemos a cada centro, a cada equipo docente, a cada alumno y familia, por hacer de este día una auténtica celebración de la vida y del compromiso educativo que compartimos.

Que esta fiesta siga encendiendo en nosotros el deseo de “reiniciarnos” cada día, como nos recuerda nuestro lema pastoral:
¿Sigues a Jesús? ¡Reiníciate!
Y que el ejemplo del Padre Coll nos impulse a vivir nuestra vocación con sentido, alegría y confianza.