Posibilitar espacios desde el colegio para que los padres, madres, abuelos, puedan tener un tiempo de oración, es uno de retos que se han marcado desde la Pastoral de la FEFC.

 

Ayudar a identificar en la interioridad, la presencia amorosa del Dios de Jesucristo y a reconocerla como centro de la propia vida, es el objetivo prioritario de los grupos de oración.

 

A partir del silencio y la interiorización, se prepara la escucha atenta de la acogida de la Palabra de Jesús.

 

Será el texto evangélico el que interpele a los componentes del grupo y haga sentir la misericordia del Señor en sus propias vidas y descubrir el rostro de Dios que Jesucristo revela en el Evangelio.